Miedos y fobias en la niñez

El miedo es una respuesta normal, básica en nuestro desarrollo, con un gran valor funcional y adaptativo. Por tanto, hay miedos normales asociados a la etapas evolutivas cuya finalidad es dotar al niño de habilidades para afrontar situaciones vitales estresantes. 

Se habla de fobia cuando el miedo es desproporcionado respecto a la situación, es irracional, la persona no puede controlarlo, y lleva a emitir respuestas de evitación. Además, dicho miedo interfiere de forma importante en la vida de la persona. 

- Fobia escolar. 

Se trata de un intenso temor relacionado con ir al colegio, que se traduce en un rechazo a acudir al mismo, lo que conlleva largas ausencias de la escuela. Suele manifestarse por una actitud negativista relacionada con el colegio, reacciones de temor en forma de lloros o temblores, explosiones de mal humor, quejas somáticas (dolores de tripa, vómitos, dolores de cabeza...), tristeza, alteraciones en el sueño y alimentación, y una relación muy dependiente de los padres.

Como posibles desencadenantes se han considerado: 

- cambios de colegio

- muerte o marcha de alguno de los padres

- miedo al profesor o al fracaso académico

- problemas de asertividad

- entre otros

- Fobia social 

Fobia a actuar de manera humillante en situaciones sociales, ante personas desconocidas o ante la posible evalución del otro. Es importante señalar que este temor debe darse en la relación con otros niños, y no sólo en sus relaciones con los adultos. Se trata de miedo más común en las edades comprendidas entre los 8 y los 12 años. 

Exponerse de forma gradual a la situación temida es el tratamiento de elección. Debe acompañarse de un plan de contingencias a base de refuerzos, así como de técnicas de relajación.