El Trastorno Obsesivo- compulsivo

Me obsesiono mucho con las cosas, ¿tengo un TOC?

Generalmente, ante situaciones difíciles o estresantes, respondemos con elevada ansiedad cognitiva, es decir, nos vemos invadidos por constantes rumiaciones en torno a dicho problema y nos resulta difícil, a veces imposible, dejar de darle vueltas. En estos casos solemos decir que estamos "obsesionados" por tal o cual cosa, es decir, tenemos una explicación lógica a lo que nos pasa.  Pero, ¿y si me preocupo mucho por todo? ¿Y si soy una persona demasiado perfecccionista y, en general, "obsesiva"?. ¿Tengo un trastorno obsesivo - compulsivo? Lo más probable es que no.

 

En el trastorno obsesivo- compulsivo, habitualmente abreviado como TOC, las obsesiones que aparecen son identificadas por la persona como pensamientos absurdos y sin sentido que no giran a preocupaciones de la vida real, y que invaden constamente la mente, conllevando con ello un elevado nivel de ansiedad. Por tanto, no se trata simplemente de estar preocupado, sino de estar excesivamente preocupado por algo que, según palabras propias de los pacientes, "no tiene sentido".

 

Como datos meramente informativos, podemos decir que este trastorno afecta al 2-5% de la población y que suele aparecer de forma gradual. Se considera independiente del sexo, aunque inicia a edades más tempranas en los varones, y su curso de crónico, viéndose influido de forma importante por los acontecimientos estresantes que van a surgiendo a lo largo de la vida.

Obsesiones y compulsiones

El trastorno se caracteriza por dos síntomas básicos: obsesiones y compulsiones.

 

Las obsesiones se definen como ideas, pensamientos, imágenes o impulsos persistentes, que invaden la mente y se consideran absurdas, y que se intentan suprimir o neutralizar ya que producen un alto nivel de ansiedad.

 

Las compulsiones son conductas (como lavarse las manos) o acciones mentales (como contar o rezar) repetitivas, que la persona realiza para reducir la ansiedad que ha generado la aparición de una obsesión.

 

Generalmente, obsesiones y compulsiones suelen aparecer juntas pero es posible que aparecan en solitario.

Luchar contra la mente, ¿cómo afrontarlo?

En primer lugar, es importante matizar que aunque se trate de un trastorno que tiende a la cronficación, es posible mejorar el malestar y apreder a controlar los síntomas. Para ello primeramente es necesario realizar una evaluación exhaustiva que permita determinar la gravedad de los síntomas y el grado de interferencia del trastorno sobre la vida de la persona. 

 

El tratamiento farmacológico se ha mostrado de gran ayuda. En este sentido, los más estudiados han sido los ISRS (fluvosamina y fluoxatina), y el antidepresivo tricíclico Clomipramina. Sin embargo, para obtener resultados que se mantengan en el tiempo, es necesario combinarlos con terapia cognitivo- conductual. En este sentido, la exposición con prevención de respuesta es la más efectiva. Evidentemente, es necesario consultar con un Psicólogo especializado para que planifique y guíe la intervención, además de apoyar en las dificultades que vayan surgiendo durante el proceso.

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